Cuando se le murió el «profesor de energía», en vez de apagarse, Francisco Umbral rompió a escribir. Encomendado a «la memoria, esa fuente de dolor», que dijo el propio Cela.
Cuando se le murió el «profesor de energía», en vez de apagarse, Francisco Umbral rompió a escribir. Encomendado a «la memoria, esa fuente de dolor», que dijo el propio Cela.