Narcisa

Por 0 No tags 0

(...) nunca supe cómo se ama... Sólo supe cómo se sueña amar... Si me gustaba ponerme anillos de mujer en mis dedos era porque a veces me gustaba tomar mis manos de joven por las manos de una princesa, y pensar que yo era, al menos en ese gesto de mis manos, la persona a ...

Dos corredores muertos

Por 1 No tags 0

Hay momentos en los que hasta tengo la impresión de que, al volver la esquina, voy a encontrármelos corriendo de frente hacia mí, en silencio, exhalando vaho blanco por la boca. Y siempre pienso lo siguiente: los sentimientos de ambos, que soportaron tan duros entrenamientos, sus proyectos, sus sueños, los deseos y esperanzas que albergaban ...

Por Dios

Por 0 No tags 0

La enorme vanidad en el trato con Dios, como si cada cual exclamase todo el tiempo: ¡A su imagen y semejanza!, ¡a su imagen y semejanza! Elías Canetti, Apuntes I ("La provincia del hombre"), 1945.

La justa medida

Por 1 No tags 0

Sólo es bueno odiarse a veces, no con demasiada frecuencia; de lo contrario uno vuelve a necesitar muchísimo odio contra los demás, para compensar el odio hacía sí mismo. Elías Canetti, Apuntes I ("La provincia del hombre"), año 1946.

¿De verdad la verdad?

Por 0 No tags 0

¿Acaso el hombre, tal como pretende, desea conocer la verdad? ¿Acaso desea, cuando la conoce, sacar partido de ella? ¿Acaso desea la libertad? ¿La justicia? ¿Acaso desea, incluso, la prosperidad? Llegamos a dudar de ello cuando asistimos al espectáculo de tantas personas inteligentes que, resguardadas en una democracia de progreso social, han escogido con pleno ...

Revolucionarios

Por 0 No tags 0

El francés ha conservado la costumbre y las tradiciones de la revolución. Lo único que ha perdido son las agallas. Se ha vuelto funcionario, pequeño burgués y modistilla. (...) Conspira con autorización oficial. Arregla el mundo sin despegar el culo del sillón. Albert Camus, Carnets (2), Cuaderno IV (ene. 1942 - sep. 1945). *** Yo me fui enterando ...

Noticia

Por 0 No tags 0

Estimado lector: A lo largo de la vida copié en cuadernos versos breves y fragmentos en prosa que me parecieron muy atinados, o muy hermosos, o muy absurdos. Hoy me resuelvo a publicarlos con el título De jardines ajenos. Ojalá te diviertan. Adolfo Bioy Casares. Buenos Aires, 1994. Mario Noya, 2010.