«La última vez que le vi fue ese 8 de diciembre. Estaba muy golpeado, pero se le veía fuerte. Su hija María Gabriela habló con un médico venezolano, que le dijo: ‘Aconseje a su papá que no se opere, que muera tranquilo’, pero los cubanos insistieron en la operación. Controlaron el proceso de su muerte. Para dominar su legado, había que apagarle de forma controlada».
Rafael Isea, exministro chavista, sobre la muerte de Hugo Chávez. Citado por Emili J. Blasco en Bumerán Chávez.
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