Si ese tío tuviera un buen coche, estoy casi seguro de que no me suspendería siempre, porque un tío que tiene un buen coche no necesita suspender a la gente para sentirse importante: sería lo mismo que si te estuvieras comiendo a medias un donut de chocolate con Miss Tanga Transparente 1998 y te entraran ganas de amargarle la vida al enano que está corriendo por una calle llena de fango con un donut normal caducado en la boca y procurando que un perro lobo no le quite el donut normal caducado de un mordisco.
Felipe Benítez Reyes, Lo que viene después de lo peor.
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